sábado, 9 de junio de 2012

LA HERMENÉUTICA REMITIZANTE


HACIA UNA HERMENÉUTICA REMITIZANTE

RESPUESTA AL COMENTARIO DE MEJIA HUAMÁN SOBRE EL DUALISMO METAFISICO PREHISPÁNICO

Mario: Wiraqocha no puede ser Creador

Gustavo Flores Quelopana

Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía 


Esta es una respuesta muy tardía al Comentario del 15 de Agosto del 2008 de Mario Mejía Huamán a mi trabajo sobre "Filosofía mitocrática y dualismo metafísico prehispánico".  Cada uno ha dejado correr mucha agua bajo el puente y nuestros pensamientos aunque siguen fieles en sus líneas fundamentales se han visto enriquecidos con nuevas perspectivas y análisis que nos distancian apreciablemente. En mi caso estuve tan absorbido por mis propias indagaciones que hace muy pocos meses tuve noticia de su comentario. La verdad es que no he seguido sus escritos por dos motivos: 1. por advertir una adhesión acrítica al concepto eurocéntrico de filosofía, y 2. porque espiritualmente no me atrae su predisposición a asumir el panteísmo naturalista del politeísmo andino. Estas injustificadas dos características (su retroceso al paganismo religioso y la docilidad al magisterio eurocéntrico) las he notado claramente en sus últimos escritos que apenas he tenido tiempo de revisar. No está demás recordar al lector que él con su postura negativa sobre la existencia de la filosofía precolombina forma parte del grupo al que denomino "eurocéntrico", conformado por sus mentores David Sobrevilla y María Luis Rivara de Tuesta.

En su extenso análisis hay muchas cuestiones de detalle histórico y sociológico a la que no entraré a discutir aquí. Prefiero aplicar la guillotina de Occam e ir a lo esencial de su argumentación.  Estas son sus objeciones principales que a la letra dice:

1. "Quisiéramos que Flores Quelopana nos demostrara con algún documento, la sutileza y profundidad de esas realidades sublimes, así como la agudeza, la perspicacia de sus razonamientos sobre las realidades naturales y sobrenaturales, que él supone filosofaron los hamawt’as".

2. "Debemos responder a Flores Quelopana que la Escritura y la Democracia fueron importantes e indispensables para el nacimiento de la filosofía. Puesto que en filosofía se enseña y se discuten proposiciones, no expresiones emotivas, directivas, expresiones librescas y sin sentido".

3. "Que la teología incaica esté transida por una metafísica pagana de la luz del cristianismo nos parece una apreciación equivoca. Para ser cristiana tendría que estar transida no por la metafísica de la luz sino por la metafísica del amor (άγαπη). Por otro lado, el concepto quechua wiraqocha o pachakamaq no está relacionado con la luz". ¨(Y) "nos parece que esto del “destino del alma individual más allá de la muerte”, es una concepción que se ha injertado al pensamiento andino como consecuencia de la influencia de la religión católica".

4. "Gustavo Flores Quelopana sostiene que por sabiduría entendieron los amautas preponderantemente el conocimiento divino. Si ello es correcto, las categorías: yachay, reqsiy o rikuy, que expresan algunas formas de saber o conocimiento andinos tendrían alguna relación con: lo divino, la teodicea o la teología; pero esto no ocurre en quechua...Una vez más, insistimos en este punto demostrar con un documento escrito que la teología y la religión estaban unidas a la filosofía".

5. "Es probable que cuando se acabó de construir y estuvo en la plenitud su plenitud este templo de Wiraqocha, ni Cristóbal Colón, ni los padres del Inka Garcilaso de la Vega habían nacido todavía. Ante tremenda realidad, ¿cómo sostener que Wiraqocha es un invento de los conquistadores, cronistas o sacerdotes católicos? Por otro lado, debemos manifestar que Pachakamaq es el nombre con que se conoce a un Dios creador, aunque no se diga cual es su verdadero nombre. Para nosotros Wiraqocha es el nombre verdadero de Pachakamaq".

6. Sobre el dualismo emanatista y la nada absoluta dice: "Como esta reflexión nunca se ha hecho en quechua, por el momento todavía nadie ha podido decir en quechua, la “Nada absoluta”, “dualismo metafísico”, “negación de lo existente”. 

7.  "Los inkas pensaban con las manos. De acuerdo a la filosofía occidental, bien podríamos denominarlos pragmáticos. Por tanto, nuestra discrepancia es total con la cita de Flores Quelopana...Sin embargo los inkas no se agotaron solo en la explicación, como sostiene el autor, en el pensamiento mitocrático, sino que su racionalidad fue empirista, esto es su concepto de la racionalidad se enmarca dentro del pensamiento inductivo y no del deductivo, como el racionalismo idealista en occidente lo va ha hacer...El racionalismo andino, que es empirista o pragmática, se sustenta en la categoría yuyay que significa: memoria entendimiento, voluntad, conciencia. Esta forma de racionalidad sustentada en la experiencia, no es el “imperio del plurisigno”.

Las conclusiones a que arriba Mejía son:
1. Que existió una filosofía inka, a lo que interrogamos nosotros ¿cúal? Se debe demostrar con pruebas, citas o interpretaciones objetivas. 
2. De ninguna manera nos convence injertar en el pensamiento andino, ideas católicas de mesianismo, salvación o santidad.
3. El desconocimiento del quechua permite elucubrar apreciaciones ilógicas como la equivocada concepción de kamay como vivificador. Pensamos que todo el artículo parte de este error de apreciación.
4. Es un error hacer decir al Inca Garcilaso tesis que nunca a sostenido, y al mismo tiempo tocar como absoluta sus Comentarios, pues hay necesidad de contrastar con la realidad de su tiempo y con la concepción andina y su idioma que se mantiene viva.
5. No se puede tipificar el pensamiento andino de emanatista y mitocrática, esto es una falacia de falsa generalización.

Ahora bien, debo decir que su Comentario casi me convence salvo por un detalle, que no es de poca monta, sino todo lo contrario resulta fundamental, a saber, que si el pensamiento andino no es "emanatista" entonces por fuerza es "creacionista", como supone Mejía en su interpretación de Wiraqocha como Dios creador. Pero si es "creacionista" ello implica y exige lógicamente -salvo que presumamos que los andinos prehispánicos padecían deficiencia lógica-  asumir una creatio ex nihilo, es decir la existencia de un Dios creador a partir de la nada absoluta. 

En otras palabras, lo inmaterial y lo material proceden de Dios, nada se excluye. Se trata de un monismo metafísico estricto y sin atenuantes. Pero aquí empieza el problema y no la solución, porque hasta donde sepamos es recién con el cristianismo que alumbra el concepto metafísico de creatio ex nihilo.  Para los griegos el axioma fundamental de su filosofar era nihil ex nihilo, nada viene de la nada. Por elllo nunca resolvieron satisfactoriamente el problema del origen metafísico de la materia. 

De modo que si seguimos estrictamente el hilo del razonamiento exigido por el planteamiento de Mejía deberíamos llegar a la laberíntica conclusión absurda de que los precolombinos independientemente de los cristianos ya habían arribado al concepto de Dios Creador a partir de una creatio ex nihilo. Y con ello nos preguntamos ¿quién resulta injertando más presupuestos cristianos en la tradición prehispánica: Mejía o yo? Mejía resulta siendo más papista que el Papa, y sin darse cuenta de los presupuestos y consecuencias metafísicas implícitas, no advierte todo lo que significa atribuir a Wiraqocha o Pachacamac los atributos de Creador.

Por el contrario, los precolombinos eran emanatistas porque advertían nítidamente en sus mitos el presupuesto metafísico implícito en todas las cosmogonías y teogonías ancestrales: la lucha del orden contra el caos original. Un dualismo básico y muy congruente con su expresión filosófica griega del nihil ex nihilo. Existe toda una dinámica y estructura de los mitos que permite entender los diversos universos míticos: el mito del drama de la salvación (Mesopotamia), el mito de la visión trágica del mundo (Grecia), el mito bíblico de la Caída (judeo-cristianismo) y el mito del alma desterrada (gnosticismo). Todos estos mitos son mitos del principio y del fin. A la luz de las evidencias míticas que han sobrevivido del mundo precolombino podemos admitir que tal dualismo metafísico está presente en sus mitos cosmogónicos y teogónicos, y que con divinidades similares a Naylamp y Pachacútec se hizo presente una variedad del mito de la visión trágica parecida al griego.

Creo que Mario Mejía se encuentra excesivamente atrapado en una hermenéutica de la sospecha cuando interpreta los asuntos religiosos, le haría bien avanzar hacia una hermenéutica mitizante que permite entender que en el mito hay filosofía, que una hermenéutica desmitologizante es ciega sin una hermenéutica remitizante. Es a través de la hermenéutica espontánea y de la hermenéutica filosófica que se puede revivir la hermenéutica de lo sagrado. En este punto sería bueno recordar a los mitófobos que el mito tiene cuatro funciones fundamentales: 1. universaliza la experiencias, 2. establece tensión entre el principìo y el fin, por tanto es intrínsecamente escatológico, 3. investiga relaciones entre lo arquetípico y lo histórico, y 4. ejercita la especulación al explorar la ruptura entre lo ontológico y lo histórico. Hay el mito filosofante y la filosofía mitizante. La primera estimula la especulación y la segunda especula con los mitos de la religión. Es esta hermenéutica remitizante la que nos permite calificar el mundo espiritual prehispánico, y no sólo inka, como dualista, emanatista y mitocrática.

Este es el punto fundamental que quería destacar del comentario de Mejía Huamán. Su creacionismo no es sostenible, nos lleva hacia conclusiones absurdas e históricamente contrafácticas. Los otros puntos sobre la democracia, la escritura, la traducción de Kamay, el verdadero nombre de Pachakamac, la mentalidad pragmática de los inkas, entre otros, sin dejar de ser importantes son asuntos que prefiero remitirlos a lo dicho en mi libro FILOSOFÍA MITOCRÁTICA Y MITOCRATOLOGÍA (Lima, 2010).

Lima, Salamanca 09 de junio del 2012

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