En este libro Hans Jürgen Heinrichs establece un diálogo con Sloterdijk y su obra dividida en seis capítulos.
En la parte culminante del interrogatorio le formula la pregunta: ¿es Sloterdijk un pensador totalitario agazapado bajo el concepto de "esfera", que en realidad busca destruir al individuo?
Sloterdijk se defiende respondiendo que su "esferología" está lejos del idealismo objetivo de los antiguos, el idealismo objetivo de los modernos y el idealismo intersubjetivos de los posmodernos.
Se muestra partidario de un holismo místico de dudosa estirpe, pues éste no está en Oriente sino en Occidente.
¿Acaso busca orientalizar el pensamiento occidental?
El holismo esferológico de Sloterdijk no deja de oler a totalitarismo y ser sospechoso de fascismo.
En todo él se declara un ecléctico que busca demostrar cómo la libertad del individuo está condicionado por su medio.
No obstante, su preconizar el devenir y el desasimiento de los dioses por medio de la lógica polivalente, no lo lleva a dar un paso más allá de la modernidad, al contrario, lo hunde más en el pantano del inmanentismo antimetafísico de la modernidad, que dice superar con su esferología.
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