domingo, 2 de marzo de 2025

IBERICO FUE UN SPINOSISTA-BERGSONIANO

 

IBERICO FUE UN SPINOSISTA-BERGSONIANO

 

Mariano Iberico fue spinosista por asumir una visión del absoluto como unidad dinámica de la realidad, y bergsoniano por interpretar el ser como devenir en la aparición.

En este sentido, se cobijó bajo el principio inmanentista de la filosofía moderna que se aparta del ser en sentido trascendental. La asunción de este nuevo punto de partida -el principio de inmanencia- no sólo significó borrar de un plumazo el ser infinito para quedarse con el ser finito, sino que eliminó el problema de la esencia, el de la participación y el de Dios.

En suma, desde el punto de vista trascendental el error de Iberico está en definir lo absoluto como devenir. No reduce lo metafísico a lo gnoseológico, pero subsume lo ontológico al devenir. Al menos Hegel colocó al ser indeterminado sobre Dios, pero Iberico coloca al devenir como meollo de la realidad eliminando a Dios de la ecuación de la realidad.

Iberico no fue ateo, valoró la vida religiosa, pero no abrazó al Dios teísta, sino panteísta, y con ello sustituyó el sentido analógico del ser por el sentido unívoco del ser.

 

¿QUÉ ES PARA MARIANO IBERICO EL SER Y EL APARECER?

Mariano Iberico, un destacado filósofo peruano, aborda el concepto del "ser y el aparecer" en su obra La aparición: Ensayos sobre el ser y el aparecer (1950). Para él, el "aparecer" no es simplemente una ilusión o un "velo de Maya" que oculta la realidad del ser, como se ha concebido tradicionalmente en la filosofía. Más bien, lo considera como un lenguaje universal a través del cual el ser se expresa.

Iberico rechaza tanto el objetivismo, que separa al ser de su expresión, como el subjetivismo, que aísla el aparecer del principio, llevándolo a la nada. En su lugar, propone que el aparecer tiene un valor intrínseco y debe ser entendido como una categoría filosófica esencial.

 

¿CUÁL SERÍA LA DIFERENCIA CON EL SER DEL TOMISMO?

La diferencia entre el "ser" en la filosofía de Mariano Iberico y el "ser" del tomismo radica en el enfoque y la interpretación de la realidad.

En el tomismo, inspirado por Santo Tomás de Aquino, el "ser" se entiende como el acto de existir (actus essendi). El tomismo busca una visión metafísica basada en la armonía entre la fe y la razón, destacando que el "ser" es una participación en el Ser absoluto (Dios), quien es el único ser necesario y fuente de toda existencia. Aquí, el "ser" tiene una dimensión objetiva y trascendental que se relaciona con la perfección y la causa final de los entes.

Por otro lado, Mariano Iberico tiene una perspectiva más fenomenológica. Para él, el "ser" se expresa a través del "aparecer," dándole a este último un valor esencial. A diferencia del enfoque tomista, que establece una relación jerárquica entre el ser y lo que aparece (o las formas materiales), Iberico busca integrar el "ser" y el "aparecer" como complementarios. En su filosofía, el "aparecer" no es una simple manifestación de lo real, sino una dimensión fundamental del "ser" en su expresión.

En resumen, mientras que el tomismo enfatiza una visión trascendental y teológica del "ser," Iberico propone una relación más intrínseca y complementaria entre el "ser" y el "aparecer," enfocándose en cómo se revela y se comunica el ser. Este contraste refleja las influencias culturales y contextuales de cada enfoque.

 

PARA IBERICO EL SER QUE SE MANIFIESTA EN EL APARECER NO ES EL SER ABSOLUTO

Para Mariano Iberico, el "ser" que se manifiesta en el "aparecer" no corresponde al "ser absoluto" en el sentido tradicional metafísico, como en la concepción tomista o hegeliana. Iberico no busca plantear una idea de un ser trascendental, único e inmutable que subyace a todas las cosas. Más bien, su enfoque es más fenomenológico y dinámico: el "ser" se realiza y cobra sentido a través de su "aparecer".

El "aparecer" no es simplemente una sombra o proyección de un ser absoluto, sino que es un lenguaje propio, una forma esencial de revelar el "ser". Por lo tanto, en la filosofía de Iberico, el "ser" se concibe en su relación intrínseca y activa con el "aparecer", más como un proceso en constante manifestación y menos como una esencia fija e inalcanzable.

Esto posiciona su filosofía en un diálogo con tradiciones fenomenológicas, alejándose de la metafísica clásica del ser absoluto.

 

SI EL SER SE REALIZA EN EL APARECER PARA IBERICO EL SER ABSOLUTO SERÍA EL DEVENIR

Es una interpretación interesante y válida. Si bien Mariano Iberico no formula explícitamente la idea del "devenir" en los términos que usan filósofos como Heráclito o Henri Bergson, su énfasis en la realización del ser a través del aparecer tiene resonancias con esa idea de un proceso continuo y dinámico.

Para Iberico, el ser no está fijado en una esencia inmutable; más bien, se expresa y cobra significado en su aparecer, lo que implica cierto movimiento, cambio y actualización constante. En este sentido, podríamos decir que su visión se aleja de un "ser absoluto" estático y se orienta hacia una comprensión más procesual o fenomenológica, que podría vincularse con la noción de devenir.

Esto coloca a Iberico en una posición distinta de las tradiciones metafísicas clásicas que buscan el ser absoluto como algo trascendental y fijo. ¿Te parece que esta idea se alinea con lo que entiendes por "devenir"? Podríamos explorarlo más profundamente si quieres.

 

LA POSTURA DE IBERICO SOBRE LO ABSOLUTO

Mariano Iberico aborda el concepto de lo absoluto en su obra El nuevo absoluto (1941). En este libro, Iberico reflexiona sobre la transformación del concepto tradicional de un absoluto inmutable hacia un absoluto dinámico y en constante movimiento. Según él, el devenir ha reemplazado al ser estático, y el ideal de reposo y perfección del pasado ha sido sustituido por un anhelo insaciable de vida, movimiento e inquietud.

Iberico conecta esta idea con una dimensión espiritual y religiosa, destacando que la vida religiosa, con su seriedad metafísica y ética, puede devolver al ser humano un sentido cósmico e interior de la existencia. Este enfoque refleja su interés por integrar lo estético, lo metafísico y lo espiritual en una visión más amplia del absoluto.

 

SU PROPIO CONCEPTO DE ABSOLUTO NO TIENE QUE VER CON DIOS SINO CON EL DEVENIR

El concepto de "lo absoluto" en Mariano Iberico no se identifica directamente con Dios en el sentido clásico de las tradiciones teológicas, sino que se vincula con el devenir y el movimiento continuo de la realidad. Para Iberico, el absoluto ya no es un principio fijo, inmutable y trascendental, sino algo dinámico, que encuentra su realización en el proceso constante de cambio, transformación y manifestación.

En su obra El nuevo absoluto, Iberico propone que este nuevo absoluto se aleja del reposo y la perfección inalterable de las concepciones tradicionales. En cambio, resalta la vitalidad, la creatividad y la inquietud que caracterizan el devenir de la realidad. Es un absoluto que está más relacionado con el flujo de la existencia y la vida misma, en lugar de un ser necesario y fijo.

Esto también abre espacio para una dimensión espiritual en su pensamiento, pero no necesariamente vinculada a una idea teísta de Dios, sino más bien a un sentido trascendental del movimiento y la manifestación constante del ser en el mundo.

 

SE TRATA DE UNA IDEA DE ABSOLUTO NO ASOCIADO AL TEÍSMO SINO AL PANTEÍSMO

Se puede interpretar la noción de lo absoluto en Mariano Iberico como más cercana al panteísmo que al teísmo tradicional. En su filosofía, lo absoluto no es una entidad trascendente y personal como en las concepciones teístas, sino que está profundamente vinculado al flujo dinámico y al devenir constante de la realidad. Este absoluto no está "fuera" del mundo, sino que está intrínsecamente ligado a él, manifestándose en la totalidad de la experiencia y el movimiento del ser.

El énfasis de Iberico en la vida, el cambio y la manifestación dinámica resuena con ciertas ideas panteístas, donde lo divino o lo absoluto se concibe como inmanente al universo, en lugar de ser una realidad aparte o superior. Sin embargo, su visión también mantiene una originalidad propia, al integrar dimensiones estéticas, espirituales y filosóficas únicas dentro de este marco.

IBERICO FUE UN SPINOSISTA-BERGSONIANO

Es cierto que Mariano Iberico muestra influencias tanto de Spinoza como de Henri Bergson en su pensamiento, lo que lo convierte en un filósofo con una síntesis única. De Spinoza, Iberico parece tomar la idea de la unidad esencial de la realidad, aunque reinterpretada en un marco más dinámico. Por otro lado, de Bergson adopta el énfasis en el devenir, la creatividad y la intuición como formas de comprender la realidad.

Sin embargo, Iberico no se limita a ser un seguidor de estas corrientes; más bien, las adapta y las integra en su propio sistema filosófico. Su noción del "nuevo absoluto", por ejemplo, refleja una reinterpretación original que combina la inmanencia spinozista con el dinamismo bergsoniano, pero siempre en diálogo con su contexto latinoamericano.

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